ACCESO A LA ESCOLARIDAD. UNA VERDAD INCOMODA.
ACCESO A LA
ESCOLARIDAD
El Sistema Educativo Nacional de Guatemala es
el conjunto ordenado e interrelacionado de elementos, procesos y sujetos a
través de los cuales se desarrolla la acción educativa, de acuerdo con las
características, necesidades e intereses de la realidad histórica, económica y
cultural guatemalteca, según su definición en el artículo 3 de la Ley Nacional
de Educación, Decreto No. 12-91 del Congreso de la República.
Las características con que cuenta este sistema es que
debe ser participativo, regionalizado, descentralizado y desconcentrado, según
el artículo 4 de la ley respectiva. El órgano estatal rector del sistema
educativo es el Ministerio
de Educación.
El grupo poblacional más grande de Guatemala es el de las personas jóvenes. Sin embargó, mediante el análisis de las cifras, se puede observar que:
• 6 de cada 10 jóvenes no tienen la oportunidad de estudiar.
• 3 de cada 10 que sí ingresaron, son expulsados del sistema.
• 5 de cada 10 que sí ingresaron se enfrentan al fracaso (“pierden”).
• 812,746 jóvenes de 13 a 18 años están fuera del sistema educativo.
¿Avanzamos
o disminuimos la cobertura? Los indicadores nos presentan un panorama que
representa grandes retos para el Sistema Educativo. Esto se agrava cuando los
indicadores se observan de forma retrospectiva, es decir mirando hacia atrás,
para saber si avanzamos o disminuimos la cobertura.
En el año 2004 la cobertura neta
(el total de niños matriculados en la edad ideal escolar) era de 92%; es decir,
de cada 100 niños de 7 a 12 años, 8 no estaban inscritos en primaria. En ese año,
solo 1 niño de cada 100 no estaba en la escuela primaria. Sin embargo, a partir
del año 2010, la matrícula empezó a descender mucho más rápido de lo
que había crecido. En 4 años la tasa neta ha descendido en más de 13 puntos
porcentuales. La tasa neta actual está casi al nivel del año 1999. Y, según la
Plataforma de Información Social Integrada –PISI- del MINEDUC, en la
estadística inicial de 2014 se observa un descenso de casi 100 mil niños en
primaria contra la matrícula de 2013, es decir, el indicador es menor al 85%
para este año. Es importante mencionar que en el año 2009 se dio inicio al
Programa de Gratuidad y de Transferencias Condicionadas. Esto, según diversos
análisis, motivó el regreso a las escuelas de muchos niños y niñas que ya
habían sido expulsados del sistema y consiguió que otros que no habían
ingresado a éste, lo hicieran. Sin embargo, ni los Programas, ni el Sistema
tenía lo necesario para atender y conservar a toda esta niñez. Los Programas
presentaron debilidades y el Sistema no se preparó para recibir a todos los
niños que se matricularon ese año.
¿Podría el panorama ser peor? Lamentablemente puede ser peor si el niño, niña o persona joven en el que pensamos tiene la característica de vivir en el área rural, ser mujer y ser indígena.
Según el Informe del PNUD del año 2012, el promedio de escolaridad,
es decir de años aprobados, era de 6.7 para las mujeres (hombres 7.2), 5.6 para
el área rural (8.2 urbana), 5.6 para los indígenas (7.7 para los no Indígenas).
Al combinar estas características, los indicadores se vuelven alarmantes (Informe de Sistema de Naciones Unidas, 2010):
• El promedio de escolaridad de una mujer indígena que vive en el área rural es de 1 año.
• De cada 10 niñas indígenas, solo 3 alcanzan el tercer
grado de primaria y solo 2 llegan a sexto grado. • Solamente 31 de cada 100
mujeres indígenas sabe leer y escribir.
La mayoria no estudian porque trabajan desde muy pequeños. Para ayudar a sus padres a llevar comida a su mesa.
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